Los motores de alto rendimiento y de competición operan en algunos de los entornos térmicos y mecánicos más exigentes de la industria automotriz. Con temperaturas de escape extremas, pulsos de presión rápidos y niveles de vibración intensos, estos motores requieren componentes especializados que resistan condiciones muy superiores a las de los vehículos de carretera estándar. Un componente crítico...