Las fundas ignífugas recubiertas de silicona generalmente se fabrican utilizando una combinación de materiales para lograr sus propiedades protectoras y resistentes al fuego. Los materiales centrales utilizados en estas fundas a menudo incluyen fibra de vidrio u otras telas resistentes a altas temperaturas. Estos materiales proporcionan la integridad estructural básica y la resistencia al calor necesarias para aplicaciones que implican altas temperaturas o exposición potencial a llamas.
El revestimiento de silicona en sí sirve para varios propósitos:
Resistencia al calor: La silicona puede soportar altas temperaturas, normalmente hasta varios cientos de grados Celsius, sin degradarse ni prenderse fuego.
Resistencia a la abrasión: El revestimiento de silicona proporciona una superficie suave y duradera que resiste la abrasión, lo que hace que la funda sea más resistente y duradera.
Aislamiento: Proporciona un grado de aislamiento contra el calor y también puede ofrecer cierta protección contra la conductividad eléctrica, dependiendo de la construcción específica del manguito.
En resumen, las fundas ignífugas recubiertas de silicona combinan la resistencia al calor de la fibra de vidrio o materiales similares con las propiedades protectoras y duraderas de los recubrimientos de silicona, lo que las hace adecuadas para diversas aplicaciones industriales y automotrices donde es necesaria la protección contra altas temperaturas y la abrasión.